31 de diciembre de 2008

Tus Manos

Atardece y me acompañan las suaves notas melodiosas de Smile. A mi izquierda el inmenso ventanal me nuestra un cielo gris cargado de nubes plomizas que lucha por hacerse un lugar en su espacio azulado, dejando entrever aquí y allá franjas violetas, últimos retazos del sol que se esconde.


Muchas veces he vivido este atardecer contigo, sentados en aquél sofá de tintes amarillos y viendo a Mcgiver hacer sus juegos malabares con un sacacorchos para salvar a la dama de turno.
Aún me parece que siento tus manos regordetas apretar las mías, y que se afanaban en construir la arquitectura de gruesas piezas de plástico. Manos de angelitos Michelangelo. No han cambiado mucho tus manos, aunque ahora ya no figuran regordetas. Mismas uñas cuadradas, mismos dedos de nudillos sobresalientes… Ahora tus manos ya no construyen arquitecturas infantiles, ahora intentan construir su vida, asirse a ella y aferrarse a lo que le depare su futuro.


Hace mucho que ya no me aprietan esas manos. Con el tiempo te fuiste distanciando y alejando. Me pregunto si fallé en algo y si lo hice que fue. Algo hubo que no acierto a adivinar y que consiguió que entre nosotros el tiempo estuviera muerto.


No se puede regresar al pasado, ni reparar los hechos ya ocurridos por mucho que lo deseemos.
El tiempo, tan solo el tiempo puede poner cada cosa en su sitio y lugar, y yo me siento satisfecha de que así sea, porque aunque lentamente el río vuelve a su cauce, y yo siento que ese cordón umbilical que yo creía cortado, tiene aún un resquicio de unión.


Foto de esta Web

No hay comentarios:

2009 Marrón Dorado - Powered by Blogger
Blogger Templates by Deluxe Templates
Wordpress theme by Dirty Blue